¿Aburrido de las flexiones tradicionales? Descubre el reto de las 8 variantes

La flexión es probablemente el primer ejercicio de musculación que la mayoría de hombres realiza para ponerse fuertes, pero también es el primero que se abandona con facilidad. En el momento en que descubrimos el press de banca, dejamos atrás eso de hacer ejercicios en el suelo y no volvemos atrás. Pero si realmente quieres conseguir un físico deportivo, olvidar las flexiones es un gran error. Pero para evitar que se conviertan en un ejercicio aburrido y monótono, os proponemos 8 alternativas para añadir un poco de variedad a vuestras rutinas. ¿Crees que estás fuerte? Trata de completar 10 repeticiones de cada variante, sumando un total de 80 flexiones de brazos, en 5 minutos o menos. Es un desafío de peso corporal en toda regla que te hará creer en el poder y efectividad de las flexiones.

1. Flexión Brasileña

Este tipo de flexiones originarias de Brasil permiten trabajar los músculos del core, mejorando además la flexibilidad de las caderas y de los músculos de las ingles. ¿Cómo hacerlo? Para realizar estas flexiones debes adoptar la clásica postura en plancho. Gira las caderas hacia la derecha, cruzando la pierna derecha por delante de la izquierda. Baja el pecho hacia el suelo como si hicieras una flexión estándar, teniendo cuidado de no dejar que las caderas toquen el suelo. Una vez realizada la flexión, vuelve a la posición inicial y repite con la otra pierna, desplazando las caderas hacia el otro lado. Otra variante de estas flexiones es con los puños cerrados, apoyando los nudillos en el suelo, en vez de la palma de la mano, como se acostumbra a hacer. https://www.youtube.com/watch?v=QBVqEDV1PpI

2. Flexión Uchi Mata

De origen japonés, las flexiones Uchi Mata incrementan la activación del core, la zona lumbar y los isquiotibiales al mismo tiempo que exige una mayor actividad a los hombros. ¿Cómo hacerlo? Partiendo de la posición plancha, levanta el pie derecho, haciendo que la pierna quede elevada, paralela al suelo. Baja el cuerpo hasta casi tocar el suelo con el pecho y levanta aún más la pierna. A continuación extiende los brazos y retoma la posición inicial sin que el pie derecho toque el suelo. Cuando llegues a la mitad de las repeticiones de tu serie, cambia de pierna. https://www.youtube.com/watch?v=BrdVBQBNLno

3. Flexión alternando mano y pierna

Estas flexiones de origen inglés trabaja principalmente los abdominales inferiores, las zonas del pecho que suelen involucrarse más en las diferentes actividades y el serrato anterior, una importante zona muscular que se extiende desde el pecho, rodeando la caja torácica y llegando a los omóplatos. ¿Cómo hacerlo? Colócate en posición de plancha y lleva unos centímetros hacia adelante tu mano izquierda. Levanta la pierna derecha y baja el cuerpo realizando la flexión. Vuelve a la posición inicial sin desplazar la mano del sitio y sin que la pierna levantada toque el suelo. Cuando llegues a la mitad de tus repeticiones, cambia de mano y pierna.

4. Flexión con Kettlebells

De origen ruso, estas flexiones son todo un desafío para los antebrazos, las muñecas y los músculos centrales, como consecuencia de la inestabilidad que produce realizar el ejercicio sobre kettlebells. Se trata de uno de los cientos de posibles ejercicios que puedes realizar con Kettlebells. ¿Cómo hacerlo? A partir de a postura de plancha, coloca una pesa Kettlebell en cada mano y, sujetando la empuñadura de cada una de forma que queden los pulgares dirigiéndose hacia el frente, baja el cuerpo hasta que el pecho quede muy próximo a las pesas. Haz una breve pausa de unos 2 segundos en esa posición, y vuelve a la postura inicial. 

5. Flexión con patada lateral

Este tipo de flexiones de origen holandés tiene múltiples beneficios: tanto los músculos del pecho y hombros se ven completamente involucrados, a la vez que se desarrolla la fuerza y flexibilidad en los flexores de la cadera, glúteos e isquiotibiales. ¿Cómo hacerlo? A partir de la postura tradicional de flexión, baja el cuerpo hasta que el pecho casi toque el suelo y, con la pierna derecha, realiza una patada fuerte hacia afuera consiguiendo lo más cercano a un ángulo de 90º, sin doblar la rodilla. Haz una breve pausa de unos 2-3 segundos y vuelve la pierna a la posición inicial. Ahora haz lo mismo con la pierna izquierda.

6. Flexión con rotación rodilla a codo opuesto

De origen tailandés, las flexiones con rodilla y codo opuesto se basan en la rotación para hacer trabajar la zona abdominal, los flexores de la cadera y la espalda, además de los músculos del pecho y tríceps. ¿Cómo hacerlo? Empieza con la postura tradicional de plancha, pero antes de bajar el cuerpo, lleva la rodilla derecha hacia el codo izquierdo y haz una breve pausa antes de volver a la posición inicial. Ahora baja el cuerpo realizando la flexión estándar y vuelve a la postura inicial. Repite lo mismo con la otra rodilla y el codo opuesto. Una variante de este tipo de flexiones consiste en apoyar los puños cerrados en vez de la palma de la mano, dejando como base y soporte los nudillos contra el suelo.

7. Flexión sacacorchos

Las flexiones de este tipo son de origen estadounidense y se caracterizan por trabajar cuádriceps, gemelos y el core, además de todos los músculos que se activan cuando se hace una flexión. ¿Cómo hacerlo? Partiendo de la postura estándar, tuerce los pies hacia la derecha, llevando junto a ellos el resto de tronco inferior, doblando las rodillas 90º, con las caderas ligeramente más altas que la cabeza. Baja el cuerpo en esta postura girada depositando el peso en el brazo derecho y doblando los codos. Haz una breve pausa y, a continuación, sube para volver a la postura inicial. Repite el procedimiento hacia el otro lado. 

8. Flexión alternando peso sobre un brazo

Estas flexiones también son de origen brasileño. La principal característica es que obliga a trabajar más un brazo, teniendo que aguantar una carga más pesada, a la vez que estimula el músculo en el movimiento de cambio de ángulo para desplazar el peso al otro brazo. ¿Cómo hacerlo? A partir de la postura estándar, baja el pecho desplazando el tronco superior y, por tanto, el peso, hacia el brazo derecho. Aguanta unos pocos segundos y vuelve a la posición inicial. Repite la misma acción, pero esta vez desplazando el peso hacia el otro brazo. Realiza todas las repeticiones alternando un brazo y otro.

Fuente: http://www.mundofitness.es

BENEFICIO DE ANDAR EN PATINES

 

Si utilizas los patines para ponerte en forma lograrás un buen trabajo aeróbico al utilizarlos, es decir, entrenarás tu corazón y sistema respiratorio mientras quemas un gran número de calorías que dependerá principalmente del tiempo y la velocidad a la que patines.

A su vez, mientras quemas calorías, necesitas estabilizar el cuerpo sobre la línea de ruedas y es aquí donde los músculos estabilizadores, de la espalda baja y del abdomen, se ponen en marcha para sostenernos y conservar el equilibrio.

Además de trabajar abdominales de manera secundaria y músculos de la espalda, los protagonistas al patinar son los músculos de las piernas, sobre todo, cuádriceps, femorales o isquiotibiales y glúteos, que deben impulsarnos sobre nuestros patines.

Así, el utilizarlos nos permite entrenar piernas y abdomen simultáneamente, mientras no perdemos la posibilidad de quemar calorías y de utilizar grasas de nuestro cuerpo como fuente de energía.

Con los patines podemos conseguir unos buenos glúteos, porque como hemos dicho, necesitamos de su contracción para desplazarnos.

Así mismo , con los patines nos desplazamos sin golpear contra una superficie, por ello, a diferencia de correr o saltar, esta actividad tiene un bajo impacto sobre nuestras articulaciones y menor riesgo de lesiones.

 

Consejos para tener en cuenta

En los principiantes la utilización de patines suele ser generadora de algunos temores a las caídas dada la superficie inestable sobre la que debemos trasladarnos.

Para reducir esta inestabilidad existen accesorios que se añaden a los patines para ampliar la superficie de apoyo y así, favorecer el equilibrio hasta que se coja buena técnica.

Por otro lado, debemos contraer el abdomen y mantener el tronco levemente adelantado pero no inclinado, de manera de no curvar la columna, y así lograremos mayor estabilidad y mejor trabajo de la zona media del cuerpo. Las ventajas de los patines en línea

Pese a la técnica que tengamos o no, es necesario adoptar medidas de seguridad como la utilización de casco, rodilleras, muñequeras y tobilleras, pues nadie se libra de las caídas y golpes que los patines pueden ocasionar, sobre todo, en los inicios.

Busca una superficie como el asfalto o pistas de patinaje y atrévete a probar los patines para completar tu rutina fitness, sin olvidar que no importa el ritmo, sino disfrutar de esta actividad.

 

Fuente: www.vitonica.com

 

Consejos de buen corazón

Articulo encontrado en el diario ABC.

Texto de Carmen Giró

Ilustraciones de Arienne Fabe

Son consejos conocidos por todos, casi una letanía para portarse bien con el propio corazón.

El problema es seguirlos,  se trata de convertir las dietas en comidas, el ejercicio en placer y vivir dándose tiempo.“Coma sano” y “haga ejercicio” deben de ser las frases más pronunciadas por los médicos de cabecera en general, y por los cardiólogos en particular, para prevenir o bien para tratar a las miles de personas con enfermedades o dolencias cardiovasculares.El problema es cuando llegas a casa y te preguntas: “Y cómo lo hago?”.


En Europa, el 47% de las mujeres y el 39% de los hombres mueren por problemas del corazón. Como no se cansan de repetir los cardiólogos, la prevención ha fallado.Los pasos básicos –dieta sana, ejercicio, dejar de fumar y llevar un estilo de vida no estresante son muy fáciles de enumerar, pero muy difíciles de dar.

Un poco de imaginación y algunas ideas pueden ayudar mucho a ver el panorama más alentador. Si alguien se imagina a sí mismo comiendo sólo verdura hervida y pollo a la plancha toda su vida, no es extraño que abandone el buen propósito. Pero ¿y si piensa en un atún al horno con alcachofas? ¿Y unas espinacas salteadas con setas? Son igualmente cardiosaludables, pero entran con mejor pie en el menú.

Lo mismo pasa con el ejercicio y con el estilo de vida sano.

No pretendas salir a correr solo cada día si no lo has hecho nunca, porque, además de ser peligroso, te vas a aburrir y te rendirás el primer día que llueva.Pero si planificas salir dos días por semana en bicicletacon tus hijos, ¿a que suena mejor? Los médicos van afinando sus explicaciones para conseguir una mayor implicación del enfermo en su recuperación, porque es más efectivo plantearles de manera atractiva lo que son capaces de hacer en su día a día.

Dieta

Qué y cómo, comemos demasiado.

A mediodía y a la hora de cenar comemos un primer plato grande, un segundo plato grande y un postre.

Todos llevamos encima un exceso de calorías.

Si planteamos la comida –y especialmente la cena como plato único, se reduce la cantidad de proteína del segundo plato sin darnos cuenta.Las guarniciones sirven para equilibrar el menú: si el primer plato es a base de verduras, la guarnición del segundo será de hidratos de carbono, como pasta, y viceversa.

No es lo mismo bajar de peso que bajar el colesterol.

A menudo para bajar peso se deja de tomar hidratos de carbono, con lo que el cuerpo quema proteínas en lugar de hidratos de carbono, es decir, quema lo que no debería quemar.Y, para bajar el colesterol, a menudo se reducen drásticamente las grasas de la dieta y se toman más hidratos de carbono, con lo que aumenta el peso y el riesgo de diabetes.

Por eso lo mejor es la famosa dieta mediterránea: muy variada y con ingesta diaria de frutas y verduras, legumbres, cereales, yogur y queso.

Un par de veces por semana, pescado. Poca carne, más pollo, pavo y cordero que ternera.Poca sal., y usar como aderezo hierbas aromáticas.

Una dieta sana para el corazón es, de rebote, sana para muchas otras cosas, con lo que es relativamente sencillo seguir unas pocas pautas que beneficiarán a todos y en muchos factores.No hace falta escribir largas tablas de calorías ni elaborar menús complicados.

Menos productos procesados (cargados de sal, que favorece la hipertensión, y de grasas saturadas, que elevan el colesterol), menos picoteo entre horas (exceso de calorías) y menos bebidas azucaradas.

Mejor el Agua

Hay que tener cuidado con las improvisaciones y el efecto péndulo.

El pescado azul es rico en omega3, muy beneficioso para el corazón, pero eso no significa que haya que comerlo a diario ni en grandes cantidades.

Con dos o tres veces por semana bastará.

Lo mismo pasa con el aceite de oliva: que sea cardiosaludable no quiere decir que se pueda consumir a gogó.

No más de cuatro cucharadas por persona y día.

Y con el vino: se ha demostrado que un par de copitas de vino al día pueden ser beneficiosas, pero no más.

También, con moderación, son buenos el chocolate negro (el cacao tiene antioxidantes) y los frutos secos (con un perfil de grasas muy saludable).

Se debe cocinar con poca grasa: menos fritos, guisos y rebozados, y más horno, papillote, al vapor, a la plancha, al microondas…

Abdominales, “A por ellos”

Frecuentando los gimnasios es habitual escuchar muchas afirmaciones relacionadas con los abdominales.

Entre las muchas, una que me llama particularmente la atención es la siguiente:

“Por muchos aeróbicos y abdominales que hago la tripa no baja”.

¿Cómo dar solución a esto?

La respuesta, probablemente, esta escondida en la misma pregunta.

Hablando de aeróbicos es suele entender unos 30/40 minutos de ejercicios como carrerabicicleta,elípticaremo ergómetro, clases de grupo.

Con todas estas prácticas se obtiene como respuesta un acondicionamiento cardiovascular general, particularmente intenso en el tren inferior, junto a un aumento del tono muscular.

Si además de todo esto se quiere también conseguir adelgazar es imprescindible mantener una  frecuencia cardiaca adecuada (65/80% FCM).

Manteniéndose durante el tiempo del ejercicio, la frecuencia cardiaca correcta, la grasa será el nutriente principalmente utilizado, produciéndose así el adelgazamiento.

En el caso de los abdominales/cintura/lumbares, entendemos 10/15 minutos de ejercicios variados, a través de los cuales se consigue como resultado un aumento del tono muscular de los mismos pero pocoadelgazamiento.

Mi propuesta consiste en combinar ambas prácticas.

Se toma como base cualquiera de las prácticas aeróbicas anteriormente citadas,aprovechando de esta manera la utilización de la grasa, como nutriente principal y se intercalan periódicamente circuitos deejercicios de abdominales/cintura/lumbares.

 

Un ejemplo puede ser el siguiente.

  • Aerobicos 7/10 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos.

  • Aerobicos 2 minutos

Ejercicios varios de abdominales/cintura/lumbares por un total de 3/4 minutos

Como se puede deducir de la tabla anterior, en una sesión de 30/40 minutos, a la frecuencia cardiacacorrecta (65/80% FCM), será la zona de los abdominales/cintura/lumbares la mayoritariamente solicitada.

Como resultado se obtendrá un aumento del tono muscular y un adelgazamiento muy localizado en la zona abdominal, al ser la grasa depositada en dicha zona, la que será utilizada como principal combustible del entrenamiento.

Así que, para “lucir” abdominales este verano, poner en práctica esta rutina, sin olvidar que una correcta alimentación aumentara todos los beneficios anteriormente citados

 

Hasta la próxima ocasión, un saludo.

Tiempo de espera entre ejercicios y series

En los entrenamientos de fuerza siempre ha aparecido una duda referida sobre el tiempo de espera entre series y entre ejercicios. Es cierto que existen muchas teorías al respecto. Nosotros en este post vamos a detenernos en algunas de ellas para ver qué podemos hacer y lo que nos aportará esto. 

Para muchos los descansos son la clave de cualquier entrenamiento, y es que dependiendo de los resultados que queramos conseguir podemos prolongarlos, hacerlos más cortos o por otro lado aprovecharlos para realizar otro tipo de ejercicios en los que trabajaremos otra parte del cuerpo. 

Descansos de un minuto: 

Ante todo comenzaremos por una de las teorías más extendidas, y es la que dice que los descansos deben durar como mucho un minuto, ya que de este modo no romperemos el ritmo ni detendremos la circulación que se lleva a cabo en los músculos mientras estamos realizando un ejercicio. Esto lo que nos dará será un mayor rendimiento y mejores resultados, pues se supone que los músculos estarán más pletóricos. La verdad que visto de este modo puede sonar muy bien, pero cuando lo que perseguimos es un desarrollo muscular elevado y para ello llevamos a cabo ejercicios con grandes cargas, un minuto puede ser poco tiempo de descanso y podemos conseguir lo contrario de lo que andamos buscando, que es fatigarnos antes y no poder realizar los entrenamientos de manera correcta. 

Descansar el tiempo que los músculos nos pidan: 

Por este motivo cuando queremos llevar a cabo un entrenamiento intensivo es aconsejable descansar entre series el tiempo que nuestros músculos necesiten para recuperarse y estar a punto para afrontar de nuevo las cargas a las que les vamos a someter. No es que tengamos que descansar entre series media hora, sino que debemos dejar el tiempo suficiente para que los músculos se oxigenen y estén listos para trabajar de nuevo. 

Descansar entrenando otras partes del cuerpo: 

La última opción que se suele usar mucho es intercalar en los descansos otros ejercicios en los que se trabaje otra parte del cuerpo. Esta alternativa está muy bien para ahorrar tiempo, pero con este tipo de entrenamiento no podemos trabajar con cargas elevadas, pues realmente, aunque trabajemos otra parte del cuerpo, no estamos descansando. 

Es cierto que en rutinas en las que usamos una carga liviana y la tensión no es tan elevada, podemos alternar este tipo de ejercicios en los descansos, pues de este modo estaremos activos durante todo el entrenamiento. Debemos tener presente que si elegimos esta forma de entrenar y aprovechar los descansos el rendimiento no va a ser tan elevado como con las otras formas anteriores.

10 consejos para ponerse en forma después del verano

Si durante este verano te has puesto el reto y tienes claro que de una vez por todas te vas a poner en forma, y de que no vas a pasar un verano más teniendo que disimular esos michelines, te damos 10 pautas que te ayudarán a conseguirlo. El otoño es la mejor época del año para comenzar a cambiar tu estilo de vida y conseguir ponerte en forma.

1. Elige la hora del día que más te convenga para entrenar

Después de un verano más o menos caluroso, en que las altas temperaturas reducían la posibilidad de practicar ejercicio a las primeras horas de la mañana, ahora en otoño, con un clima más suave, puedes elegir la hora del día en que prefieres entrenar. Intenta que sea una hora en la que vayas a poder entrenar sin interrupciones, se trata de que crees hábito. Si practicas deporte a la misma hora durante 2-3 semanas, habrás creado hábito y ya no fallarás, ¡estarás enganchado!

Cada uno entrena mejor a una hora diferente del día. Encuentra la que más te conviene, así fallarás menos. No hay una hora ideal para practicar deporte; dependerá de tus biorritmos, tu tensión y tus hábitos.

2. Introduce en tu plan ejercicios aeróbicos

En cualquier entrenamiento es básico que se incluya una parte de entrenamiento aeróbico, andar, correr o bicicleta. A ser posible es mejor y más conveniente que los practiques en exteriores. Si tienes una playa cerca, el remo y la natación son las actividades ideales, para quemar calorías y mejorar tus ritmos cardiacos.

3. Apúntate a una actividad dirigida

Si te cuesta mantener la disciplina para realizar una actividad deportiva por tu cuenta, ahora en septiembre comienzan de nuevo las clases y las actividades dirigidas en los gimnasios. Es el momento de engancharse a una, en apenas un par de meses te habrás puesto al día y serás uno más en la actividad que hayas elegido.

4. Contra-programa la televisión

Si te aburren las actividades aeróbicas y no te va lo del gimnasio, te sugiero que te pongas delante de la televisión, ante tu serie favorita, el telediario, o una buena película y te subas a la bicicleta estática. Si te lo propones puedes quemar muchísimas calorías. Si haces por ejemplo bicicleta todos los días, durante 50 minutos mientras ves las tele, al cabo de una semana habrás quemado cerca de 5.000 calorías y, al cabo del mes más de 20.000.

Durante el programa mantén una intensidad suave para que puedas seguirlo y cuando pongan anuncios, en lugar de hacer ‘zapping’, dedícate a imprimir un punto más de velocidad e intensidad al ejercicio. 

5. Que el deporte sea parte de tu vida

Probablemente habrás oído cientos de veces que debes incrementar el ejercicio, aunque sea de forma suave: bajarte un par de paradas antes del autobús y caminar, subir o bajar las escaleras de casa o de la oficina. Te damos otras sugerencias que te ayuden a que el deporte y el ejercicio pasen a ser parte de tu vida: si llevas a los niños a entrenar por las tardes o a clases de inglés o de música, oblígate a que en lugar de esperar sin hacer nada, contestando correos electrónicos o leyendo un libro, llévate las zapatillas y sal a correr aunque sea media hora.

6. Crea hábito

Aunque ahora te cueste y algún día que otro se te haga cuesta arriba el pensar en hacer ejercicio, aguanta y sé constante, en apenas tres o cuatro semanas habrás conseguido que el ejercicio se convierta en rutina y pase a ser parte de tu actividad diaria, algo imprescindible en tu vida cotidiana. Márcate un programa de entrenamiento realista y que puedas cumplir.

7. Las 3 C’s: compromiso, constancia y conveniencia

Si eres capaz de cumplir con las 3 ces, y debes serlo, conseguirás ponerte en forma.

Compromiso: Déjate de historias y de excusas, las tuyas son tan banales como las de los demás: que si no tengo tiempo, que si el trabajo, la familia, etc. Quien quiere puede y quien puede debe, que dice un amigo. Así que busca una hora al día, haz el hueco en tu agenda y resérvalo en tu calendario.

Constancia: Es más importante hacer todos los días quince minutos de ejercicio que una hora una vez a la semana. La clave para mejorar es ser constante y hacer ejercicio todos los días.

Conveniencia: Debes fijar la actividad, la hora y el lugar donde vas a entrenar de la forma más cómoda posible. Todos tenemos multitud de obligaciones, por lo que es básico que el ejercicio sea parte de nuestra rutina diaria de la forma más sencilla y fácil posible.

8. Entrena también en la calle

Como decíamos arriba, aprovecha el buen tiempo para entrenar en la calle, suele ser más variado y divertido que hacerlo en gimnasios. Como anochece antes, si corres o montas en bici debes hacerte con reflectantes y hacerte visible a los coches. Si puedes, entrena en parques o en pistas de arena antes que en asfalto o en carretera.

9. Vístete como una cebolla

En otoño el tiempo es más variable, por eso es conveniente que te hagas con ropa técnica apropiada para cada condición climatológica y que puedas usar varias capas, dependiendo del tiempo. Camiseta, con una sudadera técnica o cortavientos, que podrás quitarte o ponerte según exija el tiempo. Si corres, la mayoría de los días bastará con una camiseta. En cuanto empiezas a rodar entras en calor y puedes hacerlo en camiseta hasta con una temperatura de 6-7 grados. Si baja de ahí, debes usar una segunda capa y si arrecia el viento o llueve, entonces debes ponerte el cortavientos.

Si vas en bici, la sensación de frío aumenta, por lo que debes abrigarte más aunque la temperatura no sea muy baja.

10. Encuentra y mantén la motivación

Cada uno tiene una motivación diferente. Sea cual sea, debes tenerla presente para no abandonar y ser constante sobre todo en los primeros 30 días, mientras creas el hábito y lo haces rutina. Es importante que esa motivación la establezcas antes de empezar y la recuerdes todos los días. Si por ejemplo tu motivación es perder peso, pésate casi a diario, para controlarte y ver los resultados día a día. Si tu motivación es ganar fuerza, apunta en una agenda las repeticiones y los pesos que levantas cada día, podrás ir comprobando la progresión. Si lo que quieres es correr más, haz lo mismo; apunta tus entrenos, verás como irás consiguiendo nuevas metas que te mantendrán motivado.